El balayage es una palabra francesa que, atinadamente, significa “barrer”. Son luces altas y bajas pintadas a mano alzada al azar a través de los mechones, que añaden una dimensión reflectante y luminosidad. Gran parte del color se centra desde los medios hasta las puntas, pero los efectos más favorecedores se logran cuando se aplican reflejos sutiles también a través de la línea del cabello.
Cuando escuchas la palabra “balayage”, puede que lo primero que te venga a la mente sean las mechas rubias. Sin embargo, esta técnica es mucho más que añadir unos rayos de sol a las puntas. Todo tipo de tonos, desde pasteles a castaños oscuros o a brillos de arcoíris, pueden recibir el tratamiento de balayage